Existen varios métodos para mejorar la fluidez del polvo durante el transporte:

La forma de las partículas del polvo se puede controlar cambiando las condiciones operativas durante el proceso de molienda o secado por aspersión para afectar su fluidez.

Al polvo se le pueden agregar aditivos de fluidez, como sustancias granulares como sílice o alúmina, para mejorar su fluidez.

Para los polvos que son difíciles de fluir, se puede usar vibración, calentamiento o flujo de aire para promover su flujo, como agregar dispositivos de vibración en tuberías de transporte, alimentadores de cangilones, alimentadores vibratorios o usar calentadores para mantener una temperatura determinada.

Durante el proceso de transporte del polvo, es necesario evitar el apilamiento, ya que el apilamiento puede afectar la fluidez del polvo. El apilamiento se puede evitar instalando pendientes, aumentando las tuberías de transporte y otros métodos.